Segundo libro del maestro Amadio Bianchi:
"En el aliento el secreto de la vida"
La vida, al contrario de la cultura popular, comienza con un soplo y no con un llanto.
La respiración se manifiesta, como todos saben, en sus tres formas: inspiración, retención de la respiración y exhalación. Cuando naces, o más bien, cuando comienzas a manejar tu propia existencia, después de cortar el cordón umbilical, la primera de estas tres funciones que se manifiesta es la inspiración.
Entonces la vida comienza con una inhalación y termina con una exhalación y también puede considerarse como un conjunto de respiraciones. Todos los días, como todos saben, respiramos, dependiendo de nuestro estado y condiciones externas, de 15,000 a 20,000 veces.
En el acto respiratorio existe el secreto de la vida y la respiración también es un medio que, por su naturaleza sutil, facilita el contacto con nuestra parte no física.
Hoy, como establecimos a través de una encuesta realizada hace unos años, siete de cada diez personas padecen trastornos no físicos, los más comunes son: estrés, pánico, ansiedad, depresión, hipocondría, anorexia, bulimia de origen nervioso, problemas de sueño, estado de ánimo, trastornos sexuales, intestinales, etc. Las huellas de estos trastornos se encuentran, obviamente, en el acto respiratorio, pero, dado que la psique, la mente y la respiración están conectadas entre sí, establecer una respiración correcta significa crear las condiciones para superar estas molestias.
Por esta razón, este libro presenta un sistema ordenado de reeducación para el acto respiratorio y propone, además de la teoría, también ejercicios prácticos que pueden conducir gradualmente a cualquier persona a un uso cada vez más correcto del elemento aire.
"Cuando la respiración se agita, la mente es inestable, cuando la mente cede, encuentra su paz natural" (Haṭhayogapradīpikā).
La respiración está estrechamente asociada con el yoga, tanto que las dos cosas apenas pueden separarse. Se ha considerado muy importante desde los orígenes de esta disciplina, incluso por un simple hecho, un cuerpo humano puede resistir durante varios días sin comida, durante unos días sin agua, pero solo durante unos minutos sin respirar. La respiración también es muy importante para quienes practican la meditación, ya que calmar la respiración en consecuencia calma la mente (y viceversa). Algunas formas de meditación comienzan desde la observación (y en algunos casos desde el control) de la respiración.
Los Upaniṣad narran que el dios Brahmā, exhalando, crea los mundos; luego, conteniendo la respiración, los mantiene vivos; finalmente, inhalando, los vuelve a llamar y los destruye. Este mito da fe de la inmensa importancia que la tradición hindú y el yoga en particular, atribuyen al acto respiratorio.
Al realizar los asanas, cada movimiento o serie de movimientos corresponde a una secuencia respiratoria específica.
El oxígeno apoya los procesos vitales y nuestras células dependen de la sangre que se suministra con este elemento precioso. Cuando la sangre fluye pobre a través de las arterias, las células también se agotan y pierden su vitalidad. Es nuestro deber asegurar siempre un buen suministro de oxígeno.
En general, no somos conscientes de este proceso, ya que no somos conscientes de la conducta de la respiración. Con demasiada frecuencia nos olvidamos del acto respiratorio que, en cambio, adquiere una importancia vital en nuestra existencia. El despertar de la conciencia, el explorar, el conocer la propia respiración y liberarla de la tensión y la rigidez, es un viaje emocionante e increíble de liberación, crecimiento y transformación.