Un ejercicio para el corazón, la respiración torácica "lobular" y la relajación posterior. Otro ejercicio del maestro Amadio Bianchi.
La respiración, en la cultura hindú, está asociada con el aliento vital eterno y como tal, adquiere una importancia fundamental también en los procesos de evolución metafísica, pero es, en mi opinión, también el medio más adecuado para dirigir el "prana" (energía manifiesta) en el cuerpo humano, cuya presencia promueve la salud y la curación.
Sin embargo, no olvidemos qué gracias a la inspiración, el oxígeno se introduce en los pulmones y a través del torrente sanguíneo se distribuye por todo el cuerpo, mientras que la exhalación es la función que la naturaleza utiliza para expulsar el dióxido de carbono recibido por el sistema respiratorio con la sangre.
Si tenemos en cuenta el cuerpo, la circulación sanguínea y el sistema respiratorio divididos en tres partes, tendremos; la respiración abdominal, capaz de influenciar la salud de la parte inferior del cuerpo (desde el bajo abdomen hacia abajo) considerada " físico-instintiva "; la respiración torácica intercostal, llamada media que concierne al sistema cardiovascular y a la constitución "emocional" y finalmente la respiración alta o clavicular que actúa sobre la salud de los órganos en relación con el aspecto intelectual.
Consideremos, por lo tanto, la posibilidad de promover tanto la prevención como la curación de enfermedades cardiovasculares mediante el establecimiento de una respiración torácica correcta y más eficiente. Esto es lo que se puede hacer:
Sentaros en el suelo. La posición preferida es la oriental sobre los talones ya que, en esta posición, la columna permanece erguida espontáneamente y, en consecuencia, el tórax se abre y no se contrae. Sin embargo, si hay impedimentos, podéis sentaros con las piernas cruzadas o en una silla siempre que la espalda esté separada del respaldo.
Empezad la respiración "lobular" colocando ambas manos en el pecho, a la altura de los músculos pectorales, de modo que los dedos medios se rocen entre sí. El contacto de las manos promueve la concentración en el área interesada. Inhalad profundamente tratando de transportar el aire al área del sistema respiratorio que está debajo de vuestras manos. Si estáis actuando correctamente, el tórax se expande causando que los dedos medios se alejen y esto os permitirá, día tras día, verificar vuestros progresos. Por el contrario, cuando exhaláis, el frente de vuestro pecho debe contraerse hasta que vuestras manos se superpongan.
Repetid este ejercicio, completo con inhalación y exhalación, varias veces (de tres a nueve), luego colocad, manteniendo la misma altura, las manos lateralmente en las costillas y siempre prestando atención al punto de contacto de las manos con el cuerpo. Promoved la expansión y contracción de los músculos intercostales para desarrollar una buena respiración lateral. Tanto éste, como el ejercicio que sigue, tendrá que repetirse dos veces.
Finalmente, poned las palmas de las manos en contacto con el área posterior, justo debajo de los omóplatos, y tratad de percibir la respiración también en esta área para llevarla a una expansión y contracción equilibradas.
Os hago notar que si hubiera dificultades para practicar estos ejercicios mientras estáis sentados, también se pueden realizar tumbados en el suelo o en la cama. Algunas variantes implican el desarrollo de la parte lateral que prevé una actuación unilateral en lugar de bilateral, girando primero en el lado derecho y luego izquierdo, desarrollando cada área separadamente. Se debe prestar atención a la posición del brazo para que permanezca tan perpendicular al suelo como sea posible. Su caída hacia atrás provocaría una menor introducción de aire. Además, si hubiera dificultades en la posición de las manos, una vez que os habéis girado sobre el estómago, para dar lugar al desarrollo posterior se permite apoyar el dorso de la mano, en lugar de la palma.
Como conclusión, siempre es recomendable realizar un momento de relajación. Esta práctica, según la tradición hindú, implica principalmente la creación de una posición correcta con la cabeza hacia el norte y los pies hacia el sur para seguir la polaridad normal del eje de la Tierra. Entonces debe tenerse en cuenta que cuando el cuerpo se relaja, aumenta la sensación de frío y, por lo tanto, es bueno taparse. Los ojos deben mantenerse suavemente cerrados, los brazos extendidos a lo largo del cuerpo ni demasiado cerca ni demasiado lejos y la palma de las manos hacia arriba, las piernas estiradas y relajadas con los dedos del pie cayendo afuera. Después, a través de la conciencia, el cuerpo es llevado a abandonarse completamente y se puede proceder a centrarse en la respiración. Comienza desde el desarrollo de una observación pasiva y mientras la respiración se vuelve más lenta y profunda, comienzais a equilibrar el ritmo hasta lograr un equilibrio perfecto en ambas funciones: inhalar y exhalar. La práctica correcta de la relajación promueve el consumo reducido de oxígeno y disminuye la frecuencia cardíaca.
Si la relajación se lleva bien, generalmente no solo ofrece oportunidades en el plano físico, sino que permite indagar en el plano psíquico, a menudo ayudando a los profesionales a identificar las causas de las dolencias que a veces residen ahí.